Arte

sábado, 22 de agosto de 2009

Desde este humilde blog siempre hemos defendido el arte. Es por ello que no podemos obviar “el arte” que tuvieron dos enmascarados al entrar, un 22 de agosto de 2004, en el Museo de Oslo y descolgar –ante la mirada atónita de turistas y curiosos- los cuadros: “El Grito” y “Madonna”, de Edvard Munch. Y largarse con ellos.

Ole, ole y ole.


¡Socorro, me roban!


Dos años y nueve días después, la policía recuperó ambos cuadros en la misma ciudad noruega. Según dicen los rumores (fuente a la que acudimos los Viajeros en el Tiempo para hacer más atractivos nuestros posts) unos días antes, un ladrón de bancos ofreció devolver los cuadros a cambio de una reducción de su condena.

¿Cómo debe producirse esto?
- Hola, soy el Sr. Deincognito. Ladrón de bancos de profesión. Quisiera proponerles un trato…

En todo caso, desde aquí nos alegramos del final feliz de esta historia. Y como siempre, vitoreamos el arte (aunque sea, el arte del robo).


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