Cuando una mañana...

viernes, 3 de julio de 2009

Cuando una mañana Gregor Samsa se despertó después de un sueño intranquilo, se encontró en su cama transformado en un espantoso insecto.

Este fragmento que creo que todos conocemos pertenece a una de las obras más significativas y famosas de la historia de la literatura, La metamorfosis.

Tal día como hoy, en 1883, nacía su autor, Franz Kafka, escritor checo que vivía en el límite del guetto de Praga pendiente de que no se le escapase la pelota unos metros más allá cuando jugaba, porque aquello era ya territorio ario.



El señor Kafka, muy elegante con su traje.

Es curioso que siendo un hombre con un genio literario tan acentuado muriese en un sanatorio aquejado de una enfermedad que le impedía tragar con normalidad. Nunca me lo había imaginado alimentándose de líquidos, como cualquier persona que padezca este tipo de dolencia.


Puede que sea porque nunca me imagino a los escritores (a los buenos, se entiende) como personas normales, o a lo mejor es que no quiero que sean normales.

Este es mi homenaje a Franz Kafka, y a su obra más conocida, que leí hace mucho tiempo y que consiguió conmoverme.

0 Opiniones profundas:

Publicar un comentario

Y tú qué opinas, criaturita...