Escándalos sexuales

jueves, 23 de julio de 2009

Como en este blog somos (un plural clarísimo) muy morbosos, creo que sólo con el título que le he puesto a mi post de hoy mi compañero de viajes en el tiempo lo leerá con la mayor de las atenciones, conociéndole.

Porque tal día como hoy, en 1973, nacía la becaria que todos querrían tener, Mónica Lewinsky. Y todos querrían tenerla como becaria no por su belleza física, que en algún lado la tendrá escondida, sino por lo eficiente de su trabajo.
La señorita Lewinsky posando.

Graduada en psicología (yo me atrevería a decir en qué rama de la psicología, pero si lo hago nos cierran el blog, y no me cunde), Mónica entró a trabajar como becaria en la Casa Blanca, y vaya si trabajaba... al señor presidente se trabajaba, más concretamente.

Parece ser que Clinton y ella mantenían un affaire que, según palabras suyas, incluía sexo oral en el Despacho Oval. Yo me pregunto qué morbo puede tener hacer eso en el despacho de un presidente y aún encima teniendo en cuenta lo poco agraciado que Clinton es (y no estoy hablando sólo del plano físico): a mí no me lo daría. El caso es que estas acusaciones llevaron al mandamás a un proceso de Impeachment (eso que hacen los americanos cuando votan a un inepto y luego se dan cuenta de que no vale para nada más que para armar jarana) y fue relevado del poder.

Más tarde la señorita Lewinsky publicó un libro para que todos sepamos que, aparte de felar, sabe escribir. Pero creo que nadie le ha dicho que aunque publiques un libro no significa que lo hayas escrito tú. En fin, tendrá que conformarse con seguir haciendo lo que mejor sabe: escalar puestos en su trabajo.

1 Opiniones profundas:

Bill Clinton dijo...

Una felación es una felación, en el despacho Oval y en la china popular...

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