Vae Victis

lunes, 13 de julio de 2009

¡Ay de los vencidos!, que se le ocurrió decir a Julio César (el marido de todas las mujeres y la mujer de todos los maridos), a quien hoy homenajeamos en A Través del Tiempo. Porque tal día como hoy, en el año 100 a.C., nacía el dictador más famoso de todos los tiempos.

Que construiría un foro y trataría de darle esplendor a Roma, que conquistaría medio mundo y se ganaría la admiración del otro medio, que se llevaría con sus soldados a las mil maravillas y prestaría dinero a mucha gente (y conste que sobre este asunto existen numerosas frases jocosas, porque todo lo que prestaba también lo debía), pero eso no lo quita de que fuese un dictador, porque lo fue.


Cicerón lo criticó hasta desgañitarse (aunque eso le valiese una muerte trágica e irónica simultáneamente), Pompeyo le hizo la guerra (hermosa expresión latina esta de "hacer la guerra" o "bellum paro") cuanto quiso (aunque estuviese casado con una hija suya). Fue un hombre orgulloso donde lo haya.
Y sólo su hijo Bruto fue capaz de hacer que se arrojase al suelo desangrado y que le mirase con un deje de humildad en los ojos, que se sintiese traicionado y herido. Porque en 56 años nadie lo había conseguido.

1 Opiniones profundas:

Caius Iulius Caesar Octavianus dijo...

Y también tuvo tiempo de hacerle arrumacos a su hijo Ptolomeo XV Filópator Filómetor César (o como era llamado en villa Cleopatra: Cesarión).

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