La virginidad a precio de martirio

miércoles, 21 de octubre de 2009

La virginidad, esa gran amiga... La virginidad es esa molesta compañera que ha contribuído a someter a mujeres a lo largo y ancho del planeta. ¿Cómo una fina membrana que puede romperse tan sólo haciendo ejercicio o caminando incluso puede traer tantos problemas? Los trae, señoras y señoros, los trae. Y si no, que se lo digan a las mujeres lapidadas de Arabia, a las antiguas griegas a quienes sus padres preferían ver muertas antes que "deshonradas" o a las españolas a quienes se acusó de brujas y la Inquisición eliminó.


¿Y a qué viene esta perorata sobre la virginidad y su relación con el machismo? Pues a que hoy, 21 de Octubre, es según el santoral católico Santa Úrsula. ¿Y? Pues que santa Úrsula fue mártir por culpa de su empeño en permanecer virgen. No es que la critique a ella por eso, cada una es libre de hacer con su cuerpo lo que desee, pero en este caso... en fin, más bien me da pena la pobre mujer.
El Martirio de Santa Úrsula, por Rubens

Úrsula era bretona, parece ser, y se convirtió al cristianismo prometiendo guardar su virginidad. Como un príncipe la pretendía huyó a Roma, donde el Papa la beatificó y consagró su virtud. Pero en el viaje de vuelta, se supone que fue sorprendida por los hunos. Atila se habría enamorado de ella pero al no corresponderle fue martirizada.

Es sólo una anécdota, pero el caso es que vivimos todavía en una sociedad patriarcal que hace a las mujeres creer que su mayor tesoro es no disfrutar de algo inherente a ellas como la sexualidad.

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