Batgirl

viernes, 13 de noviembre de 2009



Hoy en nuestra sección “cosas que podrían pasarte a ti un día de estos” (¿?) hablaremos del caso de Jeanna Giese, una muchacha nacida tal día como hoy de 1989.

Un día del afable mes de setiembre del pasado 2004, la buena de Jeanna se encontraba en la iglesia St. Patrick de Fond du Lac (en Wisconsi, por si alguien no lo ha ubicado aún). Allí estaba ella pensado en las cosas que se piensan a los quince años y en una iglesia (¡cosas sucias!) cuando, de repente, fue atacada por un murciélago que le pegó un mordisco en el dedo índice de la mano izquierda.

Su madre le echo un poco de agua oxigenada en la herida y ale: a clase el lunes siguiente como si tal cosa. Y así, la vida de Jeanna siguió con la más absoluta y rutinaria normalidad (zzzz…) pero treinta y siete días después, fue ingresada con temblores y dificultades para andar. La buena de Jeanna aseguró que ella no era una fan de las setas psicodélicas como Mario, ni tampoco tomaba alcohol, ni drogas, ni escuchaba los cd’s de Marilyn Manson puestos del revés. Fue trasladada a otro centro hospitalario, en la conocida ciudad de Wauwatosa (un día hablaremos de ella), donde tras una serie de pruebas (se descartó el lupus… eso que siempre aparece en House), se diagnosticó que Jeanna Giese padecía la rabia.

Jeanna en el templo. Advertencia: eso blanco que se ve detrás NO es el murciélago


Como todo el mundo sabe, la rabia, una vez han aparecido los síntomas, es incurable y mortal (y esto no es un chiste). Pero nuestra querida Jeanna sobrevivió, siendo la primera persona del mundo mundial en lograrlo.

¿Cómo? Se preguntaran todos aquellos lectores aquejados de la rabia y que busquen en nuestro post una chispa de esperanza. Pues como un servidor no es médico no puede entrar en detalles (sórdidos) pero a grandes rasgos:
A Jeanna se la indució en un coma farmacéutico (no haremos publicidad de las marcas de los fármacos) y se confió en que su sistema inmunológico produjera anticuerpos.


Hoy en día Jeanna disfruta de buena salud. Los únicos efectos secundarios que se observan en ella es su nulo interés por ver cualquier película de la saga Batman, incluso las de Tim Burton, que como se sabe son las buenas y no esa que hizo Joel Shcumacher en que todos parecen unos moñas…


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